Ponencia de Josep Montasel.
Y ¿POR QUÉ TENEMOS QUE REFLEXIONAR?
“Me esforzaré por no participar de esta filosofía pesimista (que va bien a los que mandan) y no me resignaré a condenar la agricultura; no aceptaré matar a la tierra. Es necesario que el oficio de agricultor –el de hortelano también- sea digno y no el más miserable. No quiero admitir que su trabajo se haya convertido en anacrónico, ni que todos deban convertirse en jardineros decorativos y supernumerarios. La museización de nuestros regadíos no me satisface. ¿Es que no hay técnicos –agrónomos, sociólogos, paisagistas, planificadores- que lo puedan enderezar?”
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